
Hace algunos años el espectáculo de los ventrílocuos se convirtió en la principal atracción de la población, emocionados acudían a las funciones que se ofrecían, quienes manejaban a los muñecos tenían una gracia especial que ponía a reír a todo el público. Pero al tiempo de lograr este éxito, una leyenda empezó a sonar por las ciudades de Estados Unidos. Dentro de estos espectáculos hubo uno que destacó por encima de cualquiera, el encargado era McCarthy, y tenía un personaje que maravillaba a los espectadores, su nombre era Edgar.
Se dice que durante una función que nunca empezó, encontraron a McCarthy con múltiples puñaladas y el cuello degollado, la policía encontró en su baúl a su particular muñeco, el cual presentaba manchas de sangre y signos de lucha física. Los guardias de seguridad aseguraron que antes del hallazgo nadie entró ni salió del camerino, misterio que jamás fue resuelto. Pero a partir de lo cual muchos cuentan que fue el muñeco quien era en realidad el cuerpo de su hijo que por venganza acabo con su dueño.
Un artículo extraído de: Trounch